viernes, 30 de diciembre de 2011

Capítulo 13: Bad boy.

Maratón [3/8]
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Recordé que mañana debería presentar el papel que me dio la enfermera en la clase, pero ¿Donde estaba ese papel? Puse la habitación patas arriba intentando buscar ese dichoso papel, pero no lo encontré, y vino a mi mente algo así como un Flash Back

...
No ganaba nada alejándome de el, necesitaba ayuda si o si, a si que no me negué mas y acepté. Pasó un brazo mio por sus hombros, aunque se tuve que agachar bastante, porque yo era bastante mas baja que el, y después, el pasó un brazo por su cintura, me sonrojé, no se porque, sencillamente pasó, y así, andamos hasta a fuera, el recogió el papel y anduvimos por los pasillos y por el jardín en silencio hasta llegar a la puerta de la torre Sur. 
...

El papel lo tenía el, se lo había llevado a su habitación después de ayer, dejarme en la mía  luego iría a la habitación de mi hermano, a ver si el sabía en que habitación estaba Jason.Ya me encontraba mucho mejor, había comido y había descansado, y con la ayuda de las pastillas, todo mucho mejor. Decidí estar un rato con Symon, que no dejaba de corretear por toda la habitación, lo veía como un perrito cautivo, decidí sacarlo a pasear, por lo que fui al lavabo y me quité la toalla de la cabeza, me peiné mi cabello húmedo  pero casi seco, y lo removí unas cuantas veces, me encantaba mi pelo, era una de las pocas cosas que me gustaba de mi misma. Sería mejor ponerme otras bambas, porque estas como que las veía un poco de estar por casa, me puse las converses blancas, y una rebeca blanca fina por encima, me la remangué un poco, cogí la llave, cogí a Symon en brazos, y salí de la habitación.

Me recorrí todos los pasillos de la torre con Symon en brazos, por suerte era un perro cariñosa y no muy ladrador, llegamos fuera de la torre, y dejando el camino de piedras a una lado, seguí otro de baldosas rojas, solté a Symon, mientras mas seguíamos el camino, mas arboles había, y mas aspecto de bosque tenía aquello, estuve andando unos 50 minutos a través de aquel bonito bosque de arboles enormes, hasta que el camino se bifurcaba, Symon tiró hacia la izquierda, por lo que no tuve mas opción que ir en esa dirección  empecé a correr detrás de el ya que el aligeró su paso, y cuando conseguí alcanzarlo, vi que estaba en un tipo de plaza, pero echa de césped, en el centro había un mini lago, rodeado por setos verdes, y con varios nenúfares y peces de colores en su interior. La plaza estaba rodeada de los mismos arboles de antes, y el camino seguía, pero creí que era mejor no seguir adelante, ya que luego tenía que volver, me senté en la hierba y empecé a jugar con Symon, me encantaba mi perrito, era precioso, yo con los animales tenía conexión especial. No llevaba nada para saber la hora, se me había olvidado coger la Blackberry, por lo que creí que debíamos volver, ya que llevábamos mucho tiempo fuera. Empecé a caminar, y Symon instantáneamente me siguió, y retrocedimos el camino hasta llegar otra vez al principio del camino donde se cruzaba con el de piedras, y casi en frente, quedaba la puerta de mi torre. Ya había varios alumnos pululando, por ahí, de seguro que se habían saltado clases, o no tenían, me encontraba fresca como una rosa, otra vez. Cogí a Symon en brazos, y subí con el hasta arriba de mi planta, saqué la llave como pude del bolsillo y abrí la puerta. La cerré a mi paso, y dejé a Symon en el suelo. Me tumbé en la cama y miré la hora, la 1:02 minutos, aun faltaba una hora para comer, no tenía nada que hacer, así que decidí subir a la parte de arriba ya que casi nunca había subido, me estiré cómodamente en el sofá, y encendí la TV. Busqué en varios canales, ninguno llamó demasiado mi atención, hasta que descubrí que esta noche darían Crepúsculo, si, me encanta Crepúsculo, tengo todos los libros, y incluso uno de ellos firmado por Stephenie Meyer, la escritora de la saga. He ido a todas las premieres en Nueva York, y tengo varias fotos con Taylor Lautner y Robert Pattison en la zona VIP. Era una fan, ja ja. Estaba en mi emoción absoluta, cuando picaron a la puerta ¿Quien sería? ¿No había ya clases? No tenía ni idea, bajé abajo, abrí la puerta un poco, solo un poco, y me encontré a mi hermano y a Jason riendo sin parar, y se metieron corriendo en la habitación y cerraron la puerta sin parar de reírse, les miré algo extrañada.


-Podéis pasar eh...- lo dije con algo de sarcasmo, ellos seguían a lo suyo, y yo voltee los ojos.
-No te preocupes hermanita, ya estamos a salvo- dijo Ryan abrazándome y dándome un beso en la frente.
-¿Como estas?- me preguntó Jason, no parecía el mismo chico frío y distante de los días anteriores, ahora tenía sonrisa en su hermoso rostro, y hablaba con alegría.
-Ahora super bien- dije, y me fui a mi cama, para sentarme.
-Perdón por molestarte, pero tenía que venir a ver como estabas- dijo mi hermano, y se sentó a mi lado, Jason, en cambio, permaneció de pie.
-Te puedes sentar ¿eh?- le dije a Jason, el solo sonrió y se sentó al lado de Ryan, ocupábamos la cama entera -¿No tenéis clase?- les pregunté, ellos solo se miraron y se empezaron a reir como energumenos.
-¿Pasa algo?- volví a preguntar, un poco mas molesta.
-Es que quería venir a verte, porque ayer me dormí y se me olvidó, y Jason y yo...- volvió a reír, y dejó de hablarme a mi para dirigirle la palabra a su amigo -¿Has visto la cara de Gonall?- dijo riendo.
-Ha sido buenísima, esto de tener mas facultades que los profes esta bien- decidí no meterme en el tema, y irme para hacerme una trenza de lado, era uno de los benazos míos.


Entré al lavabo y me entretenía a hacerme la trenza, de lado, me quedaba bastante bien, me gustaba, antes me la hacía pero con mis gorras, no la lucía, ahora si, ya me empezaba a dar igual lo que pensaran de mi, ahora lo que me importaba era yo, y mis amigos, y sobre todo, mi hermano.


Salí del baño algo asustada porque oí ladrar a Symon, el nunca ladraba, seguro que le estaban haciendo algo malo, abrí la puerta, y vi que Ryan y Jason estaban jugando con el, me apoyé en el marco de la puerta y sonreí. Me acerqué a ellos, y Symon vino a mi lado, luego volvió a su camita y empezó a juguetear con su hueso de plástico.


-No sabía que tenías novio Sky- dijo mi hermano.
-¿Que?- ¿Yo? ¿Novio? ¿Que un chico se fije en mi? Ha ha ha ha ha ha ha... Que chispa tiene mi hermano -No tengo novio- le expliqué.
-¿Y quien es el de la foto?- me preguntó enseñandome la foto, el la había despegado de la pared, yo se la quité de las manos.
-Mi mejor amigo- dije mientras sonreía y miraba la foto, luego me levanté y la volví a colgar en la pared.
-Ah...- dijo el, y me miró raro -¿Bueno, vamos a comer?- preguntó.
-Si- dije yo, cogí la llave de mi habitación, le llené el comedero y el bebedero a Symon y salimos los tres de la habitación para dirigirnos al comedor.


Busqué con la mirada a Lorraine, pero ella me encontró a mi antes que yo a ella, fui hacia ella olvidándome de mi hermano y de su amigo y me aleje de ellos para abrazar a mi amiga, ella me devolvió el abrazo.


(Horas después)


Era de noche, y Lorraine estaba muy entretenida viendo Crepúsculo, al parecer nunca la había visto... Parece imposible, pero es  cierto, le enganché el Crepúsculo a ella, y al parecer le encantó, pero a mi, ya hasta me aburría, era la primera película y yo estaba harta de verla, decidí ir a dar un paseo.


-Lo, me voy a dar un paseo ¿vale?- le dije cogiendo la llave y colgándome la BB del cuello.
-Vale- dijo ella desde arriba -No te me pierdas- gritó, yo reí.
-No lo haré- le dije, y salí de la habitación.


Subí escaleras arriba esperándome encontrar una terraza, y tras 10 pisos mas, llegué, si, que bien había terraza, y era gigantesca! Me asomé a la baranda de piedra gruesa para ver las estrellas, se veían muchas, miré el paisaje y era sin igual, un cielo azul liso manchado por puntitos brillantes llamados estrellas, y con la luna llena reflejada sobre el mar, un bosque se extendía antes de dar paso al mar, desde aquí no se veía la costa londinense. Estaba tan distraída que no noté la presencia de alguien mas en la terraza, hasta que ese alguien me habló.


-¿Que haces aquí?- me preguntó una voz masculina muy familiar.
-¿Ah?- me giré algo asustada, pero cuando le vi, me volví a girar para ver el paisaje -eres tu- dije.
-¿Que haces aquí?- volvió a repetir su pregunta esta vez andando hacia mi, y poniéndose a mi lado mientras recostaba los brazos sobre la baranda, y sobre una mano sostenía un cigarro encendido que desprendía una ligera columna de humo.
-Pensar- dije, y era cierto, pensaba, no en nada concreto pero la hacía -¿Y tu?- pregunté.
-Mirar el cielo- dijo, y se llevó el cigarro a la boca, para pegar una larga calada.


Me sorprendió bastante, no se le veía un chico que estuviese por las payasadas de mirar el cielo, había tantas cosas que no sabía de el y que quería conocer.

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Att;Nerea Camacho