viernes, 30 de diciembre de 2011

Capítulo 14: A walk to remember.

Maratón [4/8]
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-¿Sabes que fumar mata?- le dije.
-Y comer bacon también- dijo, manteniendo el humo aun en su boca.
-¿Bacon?- pregunté confusa, ¿que tenía que ver el bacon en esto?
-El bacon produce colesterol, y la gente muere de eso- me explicó -Con los aires de lista que me llevas ¿no lo sabías?- esto ultimo lo dijo en un tono prepotente y expulsó el humo que impactó directamente en mi cara.

No se porque no me salió la vena de contestarle, me intimidaba su actitud de chico malo, decidí voltear e irme. Aquella terraza era enorme, era un bosque en la parte alta de un edificio.

-¿A donde vas?- preguntó el sin ni si quiera mirarme, seguía en la misma posición que antes. ¿Y a el que le importaba a donde iba o dejaba de ir?
-A dar un paseo- soy tonta, no debí decirle nada, debí alejarme y no contestarle.
-Te acompaño- dijo el, tiró el cigarro por el alto balcón y se puso a mi lado.
-No- me atreví a decir.
-No era una pregunta- me aclaró el -Si no una afirmación- dijo.

Yo solo me limité a caminar en silencio con el a mi lado, también en silencio, andamos un rato y la tensión saltaba, no aguantaba mas con este incómodo silencio, y lo rompí.

-¿Porque eres así con todo el mundo?- le pregunté, tenía cierta curiosidad, me esperaba otra reacción por su parte.
-¿Así?- pregunto el -¿Así como?- me preguntó sin ser borde.
-Así de frío- le dije -No hablas con nadie- le expliqué.
-Que yo sepa tu eres alguien- dijo.
-Debo de ser la excepción- dije, el dijo algo que no entendí, lo dijo demasiado bajo, y luego dijo otra cosa en su tono normal.
-Soy como soy- me dijo.
-¿Porque?- le pregunté, ya había dejado su bordería a un lado.
-No importa porque, deja el tema- me pidió el, y no se porqué le hice caso -Te preguntaría algo de tu infancia pero Ryan me ha revelado esa parte de tu vida- yo reí, y escuché que el también.
-Cuéntame algo de ti- le pedí, me interesaba mucho el.
-¿Que quieres saber?- preguntó el.
-¿De donde eres?- le pregunté.
-Soy de Canadá- me dijo el.
-¿Aun vives en Canadá?- le pregunté.
-Si, con mi madre, mi padre vive en otra parte- dijo el.


Supuse que sus padres estaban separados o algo por el estilo, no quería hacerle sentir mal, por lo que dejé que el hablase y no le pregunté mas sobre ese tema.


-¿De que zona de Canadá eres?- le pregunté.
-De Ontario, Stratford- dijo, le miré con cara de "No tengo ni p... idea de donde esta eso" y el rió, supuse que por mi cara, sus risas eran alentadoras -Es un pueblo pequeño, alejado de la ciudad, en la montaña- me explicó -Se vive bien- dijo el -O al menos antes se vivía, ahora ya, no se como estará la cosa- dijo, y volvió su mirada al frente.
-¿Cuanto tiempo llevas aquí?- quería callarme y no preguntarle nada mas, debía ser incómodo para el, pero la curiosidad me comía viva.
-2 años- me explicó.
-Ah...- dije yo, no sabía que mas preguntarle...
-¿Y tu donde vivías hasta antes de venir aquí?- me preguntó.
-En Manhattan- dije, no hacía falta aclarar que estaba en Nueva York, era de suponer.
-La gran manzana- dijo el, al parecer lo conocía, aunque ¿Quien no sabe donde esta Manhattan?
-Si- dije yo rápido.
-Llevas poco a aquí- iba a decirle los días exactos, pero vi como iba a empezar a hablar el, por lo que me callé -¿Lo echas de menos?- me preguntó.
-Pues...- no sabía que decir, no echaba de menos la gente de allí, ni la zona, solo a mis "padres" por así decirlo, y a mi incondicional Marco -Un poco- dije yo -Pero no demasiado- le dije.
-¿Como es eso?- me preguntó algo confuso.
-No es que la gente me apreciase mucho, que digamos- dije, mientras chutaba una piedra que estaba en mi camino.
-¿Porque?- me preguntó, ahora el curioso era el, no yo.
-Es una larga historia- dije suspirando.
-Tengo tiempo- dijo el, no sabía si tenerle confianza o no, ya que era demasiado pronto como para decirlo, pero acepté.
-Verás...- dije, y me aparté mi larga trenza a un lado -Sabes todo el rollo del accidente, y eso ¿no?- le pregunté, el solo asintió con la cabeza en silencio -Pues, cuando desperté del coma...- me cortó, y me interrumpió.
-¿Coma?- preguntó el, la había cagado, había hablado demasiado, pero ya que la cagaba, debía hacerlo a lo grande -No sabía nada de ningún coma, y Ryan tampoco- dijo el, mirándome con su mirada penetrante e intimidan-te, a pesar de la oscuridad de la zona, podía ver sus ojos brillar en la oscuridad.
-Por favor, no le digas nada a Ryan- dije, casi en suplica.
-Tranquila- dijo el, apartó su mirada de mi, y la fijó otra vez en la nada, para seguir andando -Continua- dijo el.
-Cuando desperté del coma, no recordaba nada de nada, ni si quiera mi nombre, y poco a poco me explicaron que mis padres y yo tuvimos un accidente de coche en la mudanza de Nashville hacía Manhattan, y que a mi me había afectado bastante en la cabeza, estuve unos 3 meses en silla de ruedas sin poder andar, y cuando pude, me llevaron a un instituto nuevo en Manhattan, yo tenía una venda que me tapaba casi toda la frente por los puntos, y los niños en verme se empezaron a reír, y yo como una idiota, me puse a llorar, al día siguiente me puse una gorra muy baja, que me tapaba hasta por debajo de las cejas, y no se me veía la cara, y desde aquel día llevé gorras- dije.
-¿Has estado 6 años llevando gorras?- preguntó algo atónito.
-Si- dije yo.
-Pero amigos tienes... ¿No?- me preguntó Jason.
-Si, Marco- dije yo.
-¿El pelucas de la foto?- preguntó el con una voz de risa.
-No digas eso- dije intentando-me hacer la enfadada, pero no me salió bien la jugada y acabé riéndome.


Dimos vuelta atrás, y volvimos a la puerta de entrada en silencio, bajamos hasta nuestra planta, y sin romper ese silencio me acompañó hasta mi puerta, me paré para sacar la llave imaginando que el habría seguido su transcurso hasta su habitación, que estaba 10 puertas mas allá de la mía, pero no, el seguía ahí, me giré para mirarlo, no sabía que hacer, estaba algo nerviosa, por la cercanía supongo... Ya que estábamos a menos de 10 centímetros el uno del otro.


-Buenas noches- dijo el.
-Eh..- dije yo, debía despertar del atontamiento que causaban sus ojos clavados en mi -Si- conseguí decir yo, debía parecer una retrasada mental -Buenas noches- conseguí decir.


Y cuando el empezó a retroceder, abrí corriendo la puerta con algo de dificultad, ya que la mano me temblaba, y la cerré de un portazo, echo que hizo saltar a Lorraine de la cama, ella con algo de dificultad encendió la luz. 


Yo apoyé todo mi cuerpo en la puerta y suspiré.


-¿Donde estabas?- me preguntó Lorraine frotándose los ojos desde su cama.
-En la terraza- dije yendo hacia mi cama, y cogiendo el pijama de debajo de la almohada.
-¿Tanto rato llevas en la terraza tu sola?- preguntó levantando una ceja, el sueño se le había pasado de golpe.
-Si- dije, pero no me creyó.
-¿Con quien has estado?- preguntó ella.
-Con Jason- me dí por vencida y lo solté, Lorraine no contaba nada, y aunque contase algo, no había echo nada como para que se lo tuviese que callar, solo habíamos mantenido una conversación muy larga y nos habíamos echo compañía el uno al otro.
-¿Con McCan?- preguntó ella, algo sorprendida.
-Aha- le dije yo.
-¿Que hacías con McCan?- preguntó ella, con curiosidad y picardía, noté el sarcasmo en su voz.
-Eres una malpensada- dije sonrojando-me y tirando-le un cojín.
-Ja ja ja ja- rió -Eres tu la la mal pensada, yo solo he preguntado- dijo y ambas reímos -Ahora en serio ¿que hacías con Jason?- preguntó de nuevo.
-Nada- me explicó -Solo hemos estado hablando- le dije.
-¿De que?- preguntó.
-Pues de nuestra infancia- le dije.
-¿Solo de eso?- me preguntó.
-Si pesada- dije yo.
-A ti te gusta- dijo con una sonrisa de triunfo en la cara.
-¿Que?- pregunté incorporándome, no sabía lo que hablaba -No, no me gusta- negué con la cabeza muchas veces -Ni si quiera lo conozco lo suficiente- dije yo.
-Solo llevas aquí 4 días y ya lo conoces mas que todas las chicas del colegio- dijo ella.
-No digas tonterías ¿Quieres?- dije yo, levantándome de la cama, y poniéndome el pijama.
-No son tonterías, si el se interesa tanto por ti, por algo será ¿no?- dijo ella, no, únicamente, yo le caía bien a ella, o eso creía yo -No- dije yo.
-Entonces ¿Porque eres a la única que Jason habla de este colegio?- preguntó ella.
-También habla con todos los chicos- dije, ya tenía puesto el pijama, abrí mi cama, y entré en ella.
-Si, pero no con chicas- me volvió a repetir, era pesada cuando se lo proponía.
-Duérmete ya, pesada- dije apagando la luz.


Y por fin se calló, y ambas pudimos dormir tranquila y en paz, o, al menos, yo si. Me desperté por la alarma de la BlackBerry de Lorraine, las dos nos levantamos de la cama. Yo hice mi cama, mientras Lorraine se arreglaba en el baño, yo hice mi cama, y me puse el uniforme. Miré en mi horario que estaba enganchado en la pared lo que me tocaba. Matemáticas  prestidigitación, audiovisual, Biología, y las ultimas 4 horas eran de gimnasia. Lorraine salió y dijo:


-Prepárate en una mochila el chándal, para cambiarte en el gimnasio- me dijo -Pero no te metas cosas para la ducha, porque luego ya es hora de comer, venimos aquí y nos duchamos- dijo ella.


Yo guardé mi chándal corto, consistía en una camiseta blanca básica de tirantes, y un pantalón granate, que me quedaba un tanto corto, aunque Lorraine me dijo que era así. Luego metí unas bambas blancas, exactamente, las converses. Y en la otra mochila metí los libros pertinentes, la BlackBerry y la llave de la habitación. Ambas salimos hacia el comedor pero Lorraine paró en la zona de las taquillas había varios alumnos charlando por los pasillos, Lorraine me indicó mi taquilla, la abrí y metí allí la mochila de gimnasia. Luego fuimos para el comedor, y fuimos a la pequeña cola para el desayuno.


Yo me cogí un bol de cereales de chocolate con leche, y Lorraine dos tostadas con mantequilla y un vaso de leche. Desayunamos, y se acercaron a la mesa Sarah y Susan, Susan me miró.


-¿Como te encuentras?- me preguntó con una sonrisa.
-Si- dijo Sarah -¿Que tal estas?- preguntó ella -Nos han contado que te desmayaste y que...- Miró a izquierda y derecha para ver si alguien nos miraba o escuchaba, luego se acercó un poco a mi -Te llevo Jason en brazos- dijo y rió.
-Ah...- dijo yo haciéndoles algo parecido a una sonrisa, me pareció un poco grosero ya que parecía que solo se acercaron por los cotilleos, aunque intenté poner mi mejor cara.
-¿Es que solo venís por cotilleos?- dijo en tono de borde total Lorraine, había adivinado lo que estaba pensando.
-¿Pero que te pasa a ti ahora?- preguntó Sarah.
-A mi no me hables así ¿eh?- dijo Lorraine levantándose desafiante a Sarah, Susan y yo nos mirábamos con cara de "mal rollo".
-Después de vuestra actitud del otro día- dijo Lorraine.
-No me pensaba quedar allí viendo como os juntabais con las putas- dijo ella acercándose mas, esto acabaría mal.
-Das asco!- dijo Lorraine.


Ya la gente se empezaba a ir del comedor para ir a las clases, algunos nos miraban y cuchicheaban, agarré a Lorraine del brazo, y la empujé a ir hacia las pasillos para entrar a las clases.


-Tranquila ¿vale?- le dije a ella, estaba muy alterada, estaba roja de la rabia.
-Me saca de mis casillas, esto se ha acabado, mi amistad con ella se acaba aquí- dijo furiosa.
-No digas eso- le dije yo, luego se perdonarían y se arrepentiría de haber dicho lo que acababa de decir.
-Si, ya esta, se acabó- dijo ella.
-Bueno, ahora tranquilízate, piensa con claridad bien, y luego hablas con ella después de clases ¿si?- le dije calmándola un poco.
-No pienso hablar con ella- dijo aun enfadada pero menos.
-Bueno...- dijo yo mientras entrabamos en la clase de historia.


Entramos y yo me senté al lado de David, el me miró y me sonrió, y yo le devolví la sonrisa, era un chico muy guapo, la verdad, era guapísimo. 


-¿Estas mejor?- me preguntó, era muy amable.
-Si, gracias- le dije.
-¿Harás algo esta tarde?- de golpe y porrazo me soltó esto, me apetecía quedar con el, era muy guapo y muy agradable.
-Em...- dije algo nerviosa -No creo ¿Porque?- le pregunté, me hice algo la tonta.
-¿Quieres echar unos futbolines con migo?- dijo sonriente, me encantaba jugar al futbolin, y era muy buena.
-Claro- dije yo, y le sonreí.
-¿Te parece bien que a las 5:00 pase por tu habitación?- me preguntó.
-Perfecto- le dije -Es la 4314- le dije.
-Ok- dijo el, entonces noté que alguien nos miraba, me giré un poco, y vi que era Jason, pero esta vez no me miraba a mi, miraba a David con... ¿Furia? No se, puede... Pero una mirada muy buena no era.


El resto de la clase pasó en silencio, al final me despedí de David con un "Nos vemos luego" y me tocaba Audiovisual, el profesor nos dijo que no nos sentamos, que el nos sentaría como el creía que era mejor, había sentado a Lorraine y a mi hermano, que casualidad, entonces el profesor dijo mi nombre.


-Grace- dijo.
-Ya estoy sentando- dijo mi hermano.
-Usted no incompetente- dijo en un tono gracioso, y toda la clase rió -Su hermana- dijo, y me miró a mi -Al lado de McCan- dijo, y ahora todas las miradas y comentarios se centraron en mi.


Avancé en silencio, y miré a Lorraine cuando pasé por el lado de su mesa, y ella me guiñó un ojo riendo, yo solo la miré mal. Dejé mi mochila sobre la silla y me senté al lado de Jason. 


El profesor terminó de sentar a todos, la clase era muy aburrida, y me hubiese gustado que Jason me sacase tema de conversación... Y lo hizo.


-Que pastel...- dijo Jason, yo me reí, y el me sonrió.
-McCan ¿Decía algo?- preguntó el profesor.
-Si- dijo Jason, ya pillaba su royo de chungo -Que pastel- dijo, le miré y el me miró a mi.
-No empecemos McCan- dijo el profesor -Supongo que no querrá acabar como el curso pasado...- dijo, y pude furia en la cara de Jason.


Sabía que algo malo pasaría si no hacía nada, dudaba mucho que Jason me escuchase, pero debía intentarlo.


-Shhh...- le dije a Jason, el me miró extrañado -Calla- le dije dulce, y no se porqué el me hizo caso.


Al rato vi como se había calmado, ya estaba menos tenso, y tenía el cuerpo mas relajado.


-Gracias- dijo el.
-¿Porque?- pregunté.
-Por calmarme, normalmente le hubiese contestado mal y me hubiese echado de la clase- dijo el.
-Eso no se agradece- le dije, y le sonreí, el me sonrió de vuelta -¿Irás el viernes a la fiesta?- pregunté.
-Supongo- dijo el encogiéndose de hombros -No hay nada mas interesante que hacer- dijo, y los dos reímos.


Me estaba acostumbrando a Jason, y supuse que el a mi, porque ya no era nada frío ni distante conmigo, era cariñoso y amable, me empezaba a caer bien.

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Att;Nerea Camacho